El Banco de Inglaterra mostró ayer su satisfacción con el último dato de inflación publicado en Reino Unido, que deja el crecimiento de los precios como esperaba el banco central. La inflación se mantuvo estable en el 4% en enero, ya que los menores precios de los alimentos ayudaron a compensar un aumento en los costes de la energía. El dato fue mejor del 4,2% que apuntaban las previsiones.
Aunque los tipos de interés parecen haber alcanzado su punto máximo, el Banco de Inglaterra ha mostrado en repetidas ocasiones su cautela en cuanto a recortar los tipos demasiado pronto, preocupado porque un coste del endeudamiento más bajo pueda impulsar el gasto y ejercer una nueva presión al alza sobre los precios.
A principios de este mes, el Banco de Inglaterra mantuvo su tipo de referencia en el 5,25%, su nivel más alto desde 2008, pero señaló que se acercaba el momento de un primer recorte de tipos, pronosticando que la inflación caería pronto a su objetivo del 2%.
No obstante, el último conjunto de pronósticos del banco mostró que la inflación se mantendrá por encima del objetivo durante gran parte de este año y el próximo.
Ayer, su gobernador, a raíz de la publicación del dato de inflación, declaraba ante Comité de Asuntos Económicos de la Cámara de los Lores que era una buena noticia, “hasta donde yo sé", aunque la inflación de los servicios aún era demasiado alta para ser consistente con el objetivo del 2% y se necesitaba una evidencia más clara de que el crecimiento de los salarios estaba retrocediendo antes de recortar los tipos de interés.