La atención del mercado esta semana está puesta en la publicación de datos de empleo en EE.UU. y cómo podría afectar a la postura de política monetaria de la Reserva Federal. A la espera de los datos, la sensación es de calma antes de la potencial tormenta que podría traer el informe de nóminas no agrícolas del viernes, dadas las muchas incógnitas que hay sobre la velocidad y la magnitud de la retirada de estímulos, y las preocupaciones que hay sobre cuánto ajuste puede soportar la economía. El presidente de la Fed de Richmond apuntó ayer que él estaría listo para comenzar a reducir los 120.000 millones de dólares en compras mensuales de activos tan pronto como se logre "un progreso sustancial adicional" en materia de empleo. También señaló que la reducción debería ser de la forma menos dramática posible cuando llegue el momento, añadiendo que no ha decidido aún si la Fed debería empezar a reducir su compra de activos respaldados por hipotecas antes que los bonos del Tesoro.
Mientras, aquí en Europa, la encuesta mensual de la Comisión Europea mostró que la confianza económica en la
zona euro aumentó a 117,9 en junio, por encima de lo previsto. En mayo el dato fue de 114,5. El subíndice de confianza del consumidor se mantuvo en -3,3. En cuanto a la confianza en las empresas industriales, el índice alcanzó un nivel de 12,7, por encima de lo esperado, frente a 11,5 en mayo, La confianza en el sector servicios aumentó a 17,9, frente a una previsión de 14,8.