La publicación de las actas de la última reunión del BCE sorprendía ayer a los mercados, al señalar que la institución debería revisar su postura de comunicación a comienzos de 2018 y ajustar gradualmente su lenguaje para reflejar una mejora de las perspectivas de crecimiento. "El lenguaje, pertinente a varias dimensiones de la postura de política monetaria y la orientación a futuro, podría ser revisado a comienzos del año entrante", mostraron las actas, refiriéndose al principio de 2018. Un cambio en el mensaje de política del BCE podría interpretarse como una señal de que el banco central se prepara para reducir su programa de compras de bonos. El presidente del BCE se aferró el mes pasado a su promesa de mantener las compras de bonos todo el tiempo que fuera necesario, pese a la mejora de las perspectivas del crecimiento y la inflación. Ahora las actas reflejan que los miembros del consejo consideran que su comunicación sobre la senda futura de los tipos de interés, actualmente en mínimos récord, debería tener más importancia, una señal de que las compras de bonos lentamente comienzan a perder relevancia como herramienta de política. "En la medida de que se hicieron progresos hacia un ajuste sostenido de la senda de inflación, la importancia relativa de la orientación a futuro sobre los tipos de interés se incrementará", dijeron los responsables monetarios, apuntando que un alivio adicional de las condiciones financieras no era necesario.