Con la reunión de ayer del Banco de Japón los principales bancos centrales han finalizado su calendario de reuniones de 2016. El BoJ mantuvo estable la política monetaria reiterando su compromiso de guiar las tasas de interés a corto plazo a un -0,1% y el rendimiento de los bonos soberanos a 10 años en torno a un 0%. También ofreció una lectura más optimista de la economía, lo que refuerza las expectativas de que su futura dirección podría mostrar un sesgo hacia un aumento en los tipos de interés. En el comunicado las autoridades monetarias niponas dicen que "La economía de Japón sigue recuperándose moderadamente como una tendencia". Subrayando su optimismo sobre las perspectivas, el banco central incluso revisó al alza sus expectativas sobre el consumo privado, considerado un punto débil para la economía japonesa, la tercera más grande del mundo. También ofreció una visión más optimista sobre las exportaciones y la producción. A pesar de esta visión más positiva, el gobernador del BOJ dijo que era prematuro considerar elevar los objetivos de rendimiento del banco central cuando la inflación todavía está lejos de su objetivo de un 2%. Por otro lado señaló que el impacto de la política monetaria estadounidense en los mercados globales es uno de los riesgos a los que pueden tener que enfrentarse algunos países, principalmente los emergentes, ya que los flujos monetarios hacia estos países podrían verse afectados negativamente.
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