Esta tarde los ministros de Finanzas de la zona euro, el Eurogrupo, celebrarán una reunión por videoconferencia en la que deberían encontrar una línea común para dar respuesta a la crisis económica generada por el coronavirus. Alemania propone que la ayuda se articule a través del Banco Europeo de Desarrollo (EIB), el fondo de rescate (ESM) y regulaciones europeas sobre el trabajo. España e Italia, los dos países más afectados por la crisis sanitaria, precisan la ayuda de sus socios europeos.
Ayer el ministro de Finanzas alemán dijo que el ESM fue creado exactamente para situaciones como la actual. Añadió que el ESM podría conceder líneas de crédito rápidas por un montante del 2% del PIB, lo que supondría 39.000 millones de euros para Italia y 28.000 millones para España. Esta ayuda no supondría ni “comisarios” ni “troikas” estudiando la situación fiscal de los países como si ocurrió con Grecia en la crisis de deuda, y tampoco habría regulaciones para la política económica futura. El único condicionante es que el objetivo de esta ayuda sea apoyar al país para hacer frente a la crisis en el ámbito sanitario y ayudar a estabilizar la economía.
Las medidas que propone Alemania, y que son respaldadas por Países Bajos, Finlandia y Austria, son compatibles con la Ley Básica de la Eurozona y no requieren para su puesta en marcha de procesos parlamentarios. Alemania y los países que le respaldan quieren cerrar el debate sobre las propuestas de los nueve países, entre ellos España e Italia, que abogan por la emisión de eurobonos.