Un día después de que el FMI mejorase sus previsiones de crecimiento mundial para 2017 y llamase la atención sobre los riesgos procedentes de EE.UU. y China, ayer volvía a advertir de que las propuestas del presidente estadounidense sobre rebajas fiscales y menos regulaciones financieras podría generar una nueva situación de riesgos similar a la que precedió a la crisis en 2008. En su informe semestral de Estabilidad Financiera Global, el FMI señala que los riesgos para la estabilidad se han reducido en general en los seis últimos meses, en un entorno de crecimiento económico mundial más fuerte y con tipos de interés más altos, favoreciendo los beneficios de los bancos. Sin embargo, apunta que es posible que las compañías estadounidenses, altamente apalancadas ya, no estén en disposición de traducir el mayor flujo de efectivo procedente de las propuestas de reformas fiscales, en inversiones de capital productivo que ayuden a un crecimiento sostenible. En su lugar, este mayor efectivo, que incluirá probablemente la repatriación de ganancias mantenidas en el exterior por las corporaciones multinacionales, podría ser canalizado hacia la compra de activos, fusiones y pagos de dividendos. En su informe insta a los responsable políticos de EE.UU. a que estén “vigilantes” ante el aumento del apalancamiento y el retroceso en la calidad del crédito en el sector corporativo.