La economía alemana fue la más débil de la zona euro el año pasado, con una contracción del 0,3%. Para este año, el panorama no pinta mucho mejor. Los principales institutos económicos de Alemania han revisado a la baja sus previsiones para 2024 y ahora prevén que la mayor economía de Europa se contraiga un 0,1%. Incluso con una inflación a la baja, el consumo sigue siendo débil y los elevados costes de la energía, la debilidad de los pedidos mundiales y los altos tipos de interés siguen pasando factura.
Lo cierto es que los datos económicos pintan un panorama sombrío y ello se refleja en la moral de las empresas. Este mes de septiembre la confianza de los empresarios alemanes cayó más de lo esperado y por cuarto mes consecutivo, lo que hace retroceder las esperanzas de recuperación. El instituto Ifo dijo ayer que su índice de clima empresarial bajó a 85,4 en septiembre desde los 86,6 de agosto. "La economía alemana está sometida a una presión cada vez mayor", apuntaba su presidente.
También en Estados Unidos la confianza de los consumidores cayó inesperadamente en septiembre, en medio de una creciente preocupación por el mercado laboral. El índice de confianza del consumidor elaborado por Conference Board cayó a 98,7 este mes, desde un 105,6 revisado al alza de agosto. El descenso fue el mayor desde agosto de 2021. Su economista jefe apuntó que el deterioro en los principales componentes del índice probablemente reflejó la preocupación de los consumidores sobre el mercado laboral.