Mientras que los datos de actividad manufacturera en la zona euro publicados el martes no invitaban al optimismo y apuntaban a una contracción en el último trimestre del año, el sector manufacturero en EE.UU. apunta a una recuperación. Volvió a contraerse en diciembre, aunque el ritmo de caída se ralentizó en medio de un modesto repunte de la producción y una mejora del empleo en las fábricas.
El Instituto de Gestión de Suministros (ISM) indicó que su PMI manufacturero aumentó a 47,4 en diciembre tras permanecer sin cambios en 46,7 durante dos meses consecutivos. La producción en las fábricas repuntó, con un subíndice de 50,3 desde el 48,5 de noviembre. La moderación de la demanda contribuyó a reducir aún más los precios de fábrica, señal de que la deflación de bienes podría prevalecer durante algún tiempo. El índice de precios pagados por los fabricantes bajó a 45,2 desde el máximo de siete meses de 49,9 registrado en noviembre. El empleo repuntó, aunque siguió siendo débil en un contexto de bajas, congelación de la contratación y despidos. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense subía el miércoles, mientras los inversores esperaban nuevos datos económicos para saber si la economía está preparada para un aterrizaje suave.
Los datos propiciaron que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense subiera. En diciembre, las rentabilidades cayeron a mínimos de seis meses tras los signos de enfriamiento de la inflación y las señales de la Reserva Federal de que su ciclo de alzas de tipos de interés había terminado. Sin embargo, en las dos últimas semanas han subido a medida que los mercados reevalúan sus expectativas de recortes de tipos. Ayer, el presidente de la Fed de Richmond afirmaba que un aterrizaje suave es "cada vez más plausible", pero advertía que persisten los riesgos. "Por eso, la posibilidad de nuevas subidas de tipos sigue sobre la mesa", apuntaba, precisando que el momento y el ritmo de los recortes dependerán de si la inflación sigue desacelerándose. Impulsado por los datos y la subida del rendimiento de los bonos, el dólar cotizaba cerca de su nivel más alto en dos semanas.