El panorama económico global se encuentra en un momento crucial, con los principales bancos centrales ajustando sus políticas para enfrentar desafíos persistentes. En Europa, el BCE evalúa recortes adicionales en los tipos de interés, probablemente de 25 puntos básicos en su reunión del 12 de diciembre. El Gobernador del Banco de Francia ha destacado que las decisiones dependerán de datos clave, mientras que el Gobernador del Banco de Italia, en línea con el documento presentado en septiembre por el expresidente del BCE sobre la competitividad europea, ha propuesto un programa de gasto común de 800.000 millones de euros al año hasta 2030 para impulsar la productividad y reducir la brecha con Estados Unidos. Sin embargo, la resistencia de países como Alemania complica esta iniciativa, que busca fortalecer la capacidad innovadora de la UE.
Mientras tanto, en Estados Unidos la FED también enfrenta decisiones críticas en su reunión del 17 y 18 de diciembre. Dos miembros del Comité de la FED han señalado que la inflación sigue una trayectoria hacia el 2%, con el mercado laboral sólido, pero enfriándose moderadamente. Los responsables de la FED abogan por un enfoque basado en datos, evitando comprometerse con recortes significativos hasta conocer los próximos indicadores económicos. Además, las tensiones comerciales internacionales, particularmente las políticas arancelarias, añaden incertidumbre. Estas podrían reducir el crecimiento al desplazar productos chinos hacia mercados europeos, ejerciendo presión sobre los precios. En Francia, la política interna suma complejidad. El gobierno se enfrenta mociones de censura tras aprobar un presupuesto polémico.