China está considerando aprobar la próxima semana la emisión de más de 10 billones de yuanes (1,4 billones de dólares) en deuda adicional en los próximos años para reactivar su frágil economía. Este paquete fiscal se espera que se refuerce aún más si Trump gana las elecciones estadounidenses.
El máximo órgano legislativo de China, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN), busca aprobar el nuevo paquete fiscal, que inicialmente sería de 6 billones de yuanes, recaudados en parte a través de bonos soberanos especiales en un periodo de tres años, incluido 2024. Los ingresos se utilizarían principalmente para ayudar a los gobiernos locales a mejorar su capacidad de gestión de la oferta de tierras, así como para aliviar las presiones de liquidez y deuda, tanto de los gobiernos locales como de los promotores inmobiliarios. Los planes de gasto sugieren que Beijing ha pasado a una fase de estímulo más intensa para apuntalar la economía.
A finales de septiembre, el banco central anunció las medidas de apoyo monetario más agresivas desde la pandemia de COVID-19. Semanas después, el gobierno anunció un mayor estímulo fiscal, aunque sin especificar los detalles financieros del paquete. Como parte del aumento del gasto fiscal general, China también está considerando aprobar otras iniciativas de estímulo por un valor de al menos un billón de yuanes, que incluirían un impulso al consumo mediante el intercambio y la renovación de bienes de consumo, así como otro billón de yuanes para inyectar capital en grandes bancos estatales.
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