La presidenta del BCE dijo ayer que la inflación en la zona euro se está desacelerando y que podría situarse por debajo del 2% antes de lo que se pensaba inicialmente, lo que respalda el argumento a favor de nuevos recortes de tipos por parte del organismo. Lagarde señaló que “estaba absolutamente segura de que alcanzaremos el objetivo de inflación de manera sostenible en el transcurso de 2025”. Aun así, argumentó que era necesario actuar con cautela y que el BCE todavía no estaba en posición de declarar la victoria sobre la inflación. Añadió que “la dirección de la política monetaria era clara”, pero que el ritmo de futuros recortes en el tipo de depósito, que actualmente está en el 3,25%, seguía dependiendo de los nuevos datos económicos. Eludió responder sobre el final del ciclo de recortes, argumentando que el nivel de neutralidad de los tipos, en el que ni se estimula ni se desacelera la actividad económica, no estaba claro. Los mercados consideran que el tipo de interés neutral rondará en Europa el 2% o el 2,25%. La presidenta del BCE dijo que probablemente ahora sea más alto que hace unos años, pero inferior al actual, que sigue siendo claramente restrictivo, y añadió que "si hoy me preguntaran '¿dónde está?', la respuesta honesta es: no lo sé". Por otra parte, el Gobernador del Banco de Portugal y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, dijo ayer que ve riesgos de no alcanzar el objetivo de inflación, mientras señaló con pesimismo que la economía de la zona euro no está creciendo y que la inversión está estancada, mostrando una posición más determinante a favor de nuevas bajadas de tipos.