El Banco de Japón envió ayer una señal agresiva a los mercados al realizar un recorte sin previo aviso en la cuantía de bonos del gobierno japonés que ofrecía comprar en una operación de compra regular. El banco redujo el monto de la oferta de bonos con un plazo de vencimiento de entre 5 y 10 años a 425 mil millones de yenes desde 475 mil millones de yenes en la operación anterior del 24 de abril.
El BOJ lleva a cabo estas operaciones con una frecuencia semanal, y ayer es la primera vez que recorta la oferta de compra desde diciembre. Al reducir la oferta de bonos, se alinea con la inclinación decididamente agresiva del BoJ en los últimos días comenzando con las minutas de la última reunión de política monetaria en abril. Algunos miembros de la junta vieron la posibilidad de que los tipos de interés aumentaran más rápido de lo que esperan los mercados, particularmente si la debilidad del yen aviva la inflación. El Gobernador del BoJ señaló el jueves en el Parlamento la posibilidad de múltiples subidas de tipos en el futuro en el caso de que "la volatilidad de la moneda afecte, o corra el riesgo de afectar, la tendencia de la inflación”.
A nivel político, un alto cargo del Partido Liberal Democrático que gobierna en Japón, dijo que el BoJ debe de vigilar de cerca las condiciones económicas y coordinar cuidadosamente con el gobierno para determinar cuándo subir los tipos de interés. Sobre el tipo de cambio indicó que estaba más preocupado por el impacto del yen débil sobre la inflación que por sus niveles.