Tras la reunión de la FED, ayer fue el turno del Banco de Inglaterra y esta madrugada la del Banco de Japón. Ambos bancos dejaron sin cambios los tipos de interés, aunque en escenarios diferentes. El Banco de Inglaterra mantuvo los tipos en el 5,0% y dijo que sería cuidadoso con los futuros recortes, y se abstuvo de reducir sus tenencias de bonos a un ritmo más rápido. El Comité de Política Monetaria votó 8 a 1 a favor de mantener los tipos, con un solo miembro votando a favor de un recorte.
El Gobernador del BoE dijo que el crecimiento salarial parecía seguir siendo demasiado alto para sentirse cómodo, y que los responsables de las políticas seguían divididos sobre la rapidez con la que se desvanecían las presiones inflacionarias a largo plazo. Añadió que "es vital que la inflación se mantenga baja, por lo que debemos tener cuidado de no recortar demasiado rápido o en exceso", aunque señaló que los tipos bajarán aún más, pero que el BoE primero necesitaba más evidencias de un enfriamiento de las presiones sobre los precios.
El Banco de Japón mantuvo los tipos en el 0,25% fijado en julio, y que junto con la subida al 0,1% de marzo, supusieron el fin de un periodo de 17 años de tipos ultrabajos. Las autoridades japonesas han optado por esperar a ver el impacto de las subidas antes de considerar nuevos incrementos, aunque recientemente han apuntado nuevas subidas hasta alcanzar el 1,0% entre este año y el 2025.