Faltan dos semanas para las reuniones de la FED y del BCE. En el caso de Estados Unidos, ayer el presidente de la Fed de Nueva York dijo que la pausa acordada hace tres semanas fue la decisión correcta, al tiempo que mantiene abierta la posibilidad de que en algún momento se podría tener que volver a subir los tipos de interés. Señaló que la inflación sigue siendo demasiado alta, aunque reconoció que las presiones sobre los precios se han aliviado. El lunes la presidenta de la Fed de San Francisco dijo que “es probable que necesitemos un par de aumentos más de tipos de interés en el transcurso de este año para que la inflación termine regresando de manera sostenible al objetivo del 2%”. Hoy se publican los datos de inflación de junio, y las previsiones apuntan a que la tasa interanual mejorará desde el 4,0% al 3,1%. Estos datos serán clave de cara a lo que pueda decidir la FED el día 26.
Mientras en Europa los datos económicos siguen apuntando hacia una desaceleración económica. Ayer en Alemania se publicó el índice de confianza de los inversores ZEW de julio, que registró un descenso a -14,7 puntos desde -8,5, cuando las expectativas se situaban en -10,5 puntos. Este descenso está en línea con los índices Ifo de confianza empresarial y Sentix de la zona euro que cayeron más de lo previsto. Estos datos apuntan a un mayor deterioro de la situación económica para finales de año. En cuanto a la inflación, los datos de junio confirman un repunte del IPC en Alemania al 6,4% lo que supone una subida de tres décimas después de tres meses seguidos de caída. La economía alemana entró en recesión a principios de 2023 cuando el gasto de los hogares sucumbió a la presión de la alta inflación.