El año pasado el economista jefe del Banco de Inglaterra popularizó la metáfora de la “meseta” cuando dijo que los bancos centrales podían optar por una trayectoria “Matterhorn”, la escarpada cumbre situada en los Alpes en la frontera entre Suiza e Italia, o por una senda como la de la montaña “Table Mountain”, en referencia a la cima alta y plana de Ciudad del Cabo. El lunes, el presidente del Bundesbank declaraba sobre los tipos del BCE, que no los veía en la cima de una montaña desde la que las cosas inevitablemente bajarán, “más bien los veo en una cresta, donde todavía tenemos que encontrar el punto correcto para seguir descendiendo". Utilizando el mismo símil, hoy previsiblemente, los miembros de la Reserva Federal también apuntarán a que la senda de los tipos de interés en Estados Unidos es el de la “Table Mountain”.
Está ampliamente descontado que no habrá cambios en los tipos. Antes de su comunicado los funcionarios habrán conocido el dato de inflación de mayo. En su última reunión dijeron que había “faltado más progreso" para llevar la inflación de nuevo al objetivo del 2%. Si hoy el informe de inflación muestra más señales de mejora, es posible que la Reserva Federal elimine esa frase de su comunicado, una señal de que podrían recortar tipos dentro de unos meses. ¿Cuándo? Independientemente de que se elimine o modifique la frase, la mayoría del mercado prevé que no se realice el recorte antes de septiembre. Es probable que su presidente subraye en la conferencia de prensa posterior que necesitarán ver varios meses más de lecturas de inflación bajas antes de considerar reducir su tipo de interés. También se publicarán nuevas proyecciones económicas y se espera que el mapa de puntos muestre que prevén uno o dos recortes de tipos para fin de año, frente al pronóstico de tres que se apuntaba en marzo.