La economía mundial y europea enfrentan riesgos significativos debido a desafíos estructurales internos y la fragmentación del comercio global. En Alemania, el Bundesbank advierte sobre un aumento en las insolvencias corporativas en 2025, impulsado por la debilidad económica, el cambio estructural y el aumento de tasas de interés. La caída de los beneficios en sectores clave, como el industrial, refleja un panorama preocupante para la mayor economía de Europa. En paralelo, los hogares alemanes se benefician de un mercado laboral sólido y aumentos salariales, lo que proporciona un colchón financiero frente a la incertidumbre. Sin embargo, sectores como el inmobiliario comercial enfrentan riesgos crecientes, con posibles caídas adicionales en los precios.
A nivel global, el economista jefe del BCE señaló que la fragmentación del comercio podría reducir la producción mundial entre un 2% y un 10%, dependiendo de la gravedad del desacoplamiento entre Occidente y un Oriente liderado por China. Este fenómeno también podría elevar la inflación global hasta 400 puntos básicos, con efectos que podrían durar años.
El BCE ha respondido con una política monetaria más laxa, reduciendo tasas de interés para estimular el crecimiento. Sin embargo, el reto estará en mitigar los efectos de la fragmentación comercial y abordar las debilidades estructurales para garantizar la estabilidad económica en Europa y el mundo en los próximos años.