El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a mejorar sus previsiones de déficit y deuda pública para España hasta 2030 y cree que el desfase de las cuentas públicas va a cerrar 2025 en el 2,7% del PIB, una décima menos respecto al anterior pronóstico, mientras que el endeudamiento va a bajar al 100,6% del PIB, también una décima menos.
Según la base de datos por países actualizada por el organismo, España va a reducir el déficit público al 2,4% del PIB en 2026 y partir de ese momento lo va a recortar una décima cada año hasta finalizar 2030 en un 2%. Esta estimación es superior a la del Gobierno de España, que piensa que el déficit se ca a colocar en el 2,5% del PIB en 2025 y en el 2,1% en 2026.
Con respecto a la deuda pública, el organismo adivina una senda decreciente con una disminución al 99% del PIB en 2026 que alcanzará al 93% en 2030. En este caso, mejora la senda del Ejecutivo, que cree recortar la deuda al 101,4% del PIB en 2025 y al 100,1% en 2026.
El FMI, después de publicar este martes su informe 'Perspectivas de la Economía Mundial', da estas previsiones en medio de un contexto geopolítico volatil y marcado por la guerra arancelaria liderada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. De esta manera, la entidad ha bajado medio punto el crecimiento mundial en 2025 por este motivo. No obstante, España es la única de las grandes economías que se libra de esta bajada y prevé que su PIB suba un 2,5% en 2025, aunque con tendencia a desacelerarse e igualarse a la media de la región en 2026.
Pide a España aprovechar su impulso económico para hacer ajustes fiscales
En este escenario, el FMI cree que los niveles de deuda en España todavía son muy elevados y, por lo tanto, pide reformas para mejorar las cuentas públicas y anticipar el ajuste fiscal previsto para los próximos años. Esto, además, es algo que ya indicaba el organismo en su declaración de hace dos semanas al finalizar la evaluación económica anual del país (Artículo IV).
En opinión del fondo, las autoridades españolas tendrían que aprovechar el fuerte impulso económico para recomponer más rápidamente el espacio fiscal y bajar los riesgos de deuda soberana.
Para ello, solicitaba fortalecer el marco fiscal nacional para garantizar que las regiones aporten al esfuerzo de consolidación y adoptar medidas favorables al empleo para arreglar la creciente brecha proyectada entre el gasto en pensiones y las cotizaciones a la Seguridad Social, como consecuencia del envejecimiento de la población.
El FMI, que se remite al informe 'Perspectivas de la Economía Mundial', piensa que las economías más avanzadas con las poblaciones más envejecidas tendrían que reordenar sus gastos, impulsar reformas en pensiones y salud, quitar incentivos fiscales ineficientes e implementar políticas laborales activas para su población laboral asalariada, lo que incluye la migrante. En el caso de España, hacer más grande la base imponible puede llevar a la eliminación de exenciones y la mejora de la eficiencia del gasto fiscal.
Además, dice que las subidas permanentes del gasto en defensa tendrían que ir acompañados de planes de financiación creíbles que definan cómo se financiarán gradualmente estas subidas. Todo ello, junto con la combinación prevista de aumento de impuestos y recortes del gasto en función del margen fiscal disponible en el país.