En el primer puesto de salida de una semana repleta de reuniones de bancos centrales estaba el Banco de Japón. Esta madrugada ha puesto fin a ocho años de tipos de interés negativos y ha dado su primer y tímido paso hacia la normalización de la política monetaria. El BoJ ha fijado el tipo de interés a un día como su nuevo tipo de interés oficial y ha decidido guiarlo en un rango de 0-0,1%. También ha abandonado el control de la curva de rendimientos, una política que había estado en vigor desde 2016 y que limitaba los tipos de interés a largo plazo en torno a cero.
Ahora, el siguiente en pronunciarse será la Reserva Federal. Hoy comienza su reunión de dos días y mañana anunciará su decisión. Aunque no se espera que mueva los tipos de interés, los datos de la semana pasada sobre los precios al productor y al consumo en EE.UU., por encima de lo esperado, han llevado a una buena parte del mercado a frenar las apuestas sobre futuros recortes. Ahora se prevén recortes de 72 pb este año, con un 58% de probabilidades de que el primer recorte se produzca en junio. La atención se centra ahora en si los responsables de política monetaria modificarán sus previsiones de recortes de tipos para este año. En diciembre, la FED proyectó tres recortes de tipos en 2024, por un total de 75 pb.
Mañana también se pronunciará el Banco Central de Brasil, y el jueves lo harán los bancos centrales de Inglaterra, Suiza, Noruega, Turquía y México.