Tal y como se esperaba la Reserva Federal mantuvo ayer los tipos de interés sin cambios y señaló en sus nuevas proyecciones económicas que el endurecimiento histórico de la política monetaria estadounidense de los dos últimos años ha llegado a su fin. De hecho, la actualización de las proyecciones y el nuevo comunicado suponen un notable cambio de tono y perspectivas.
En el comunicado posterior a la reunión, los responsables del banco central estadounidense tuvieron en cuenta explícitamente el hecho de que la inflación "se ha moderado durante el último año" y afirmaron que vigilarían la economía para ver si era necesaria "alguna" subida de tipos más, lo que implica que, tras meses de endurecimiento agresivo y una tendencia a subir los tipos, puede que no sea necesario volver a hacerlo. De hecho 17 de las 19 autoridades de la Fed prevén que el tipo de interés oficial será más bajo a finales de 2024 que ahora, con una proyección que muestra que el tipo caerá tres cuartos de punto porcentual desde el rango actual de 5,25%-5,50%.
Ningún funcionario ve tipos más altos a finales del próximo año. Las nuevas proyecciones apuntan a que la inflación general de los gastos de consumo personal se sitúe en el 2,8% a finales de 2023 y en el 2,4% a finales del año que viene, a poca distancia del objetivo del 2% de la Fed. La tasa de desempleo aumentaría del 3,7% actual al 4,1%, la misma tasa prevista en septiembre, mientras que el crecimiento económico se ralentizaría del 2,6% estimado para este año al 1,4% en 2024. Las proyecciones económicas, en su conjunto, se aferran al escenario de "aterrizaje suave".