La actividad empresarial en la zona euro se expandió en abril a su ritmo más rápido en casi un año debido a la recuperación en el dominante sector servicios que compensó la desaceleración del sector manufacturero. El índice PMI compuesto se situó en abril en 51,4 puntos desde los 50,3 de marzo, superando las expectativas de 50,7 puntos, y marcando el segundo mes por encima de los 50 que separa el crecimiento de la contracción. El PMI de servicios mejoró a 52,9 puntos desde los 51,5 de marzo, cuando las expectativas eran de 51,8.
El PMI manufacturero cayó a 45,6 desde 46,1 frustrando las expectativas de un aumento a 46,6, manteniéndose por debajo de los 50 puntos desde mediados de 2022. Los datos preliminares evidencian que la zona euro está volviendo a crecer, pero que se necesitará más tiempo para una recuperación adecuada, ya que sigue dependiendo en gran medida de la flexibilización de la política monetaria del BCE.
Por ahora, la mejora gradual de la actividad económica y el empleo, y las limitadas presiones sobre los precios son buenas noticias y no parecen ser un obstáculo para que el BCE pueda recortar los tipos de interés. En este sentido, el vicepresidente del BCE señaló en una entrevista al diario Le Monde que “suponiendo que no haya sorpresas, la bajada de tipos en junio es un hecho consumado”. En cuanto a lo que sucederá después, Luis de Guindos se inclinó por ser muy cauteloso” y añadió que “lo que decida la Reserva Federal es crucial no sólo para Estados Unidos, sino también para la economía global, lo que también afecta a la zona del euro".