Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus principales socios continúan centrando la atención global. La imposición por parte de EEUU de aranceles del 10 % a las importaciones de China ha generado una respuesta inmediata por parte de Pekín, que ha anunciado impuestos a ciertos productos estadounidenses y el inicio de una investigación antimonopolio sobre Google.
Con el telón de fondo de estas disputas comerciales, el presidente estadounidense y su homólogo chino tienen prevista una conversación en los próximos días, la cual podría ser clave para definir el rumbo de la relación comercial entre ambas potencias y determinar si es posible evitar una escalada en las tensiones globales. La Unión Europea también busca evitar sanciones. El jefe de comercio de la UE ha instado al secretario de Comercio de Estados Unidos a mantener un encuentro con el objetivo de prevenir nuevos aranceles. La presidenta de la Comisión Europea subrayó la importancia de proteger los intereses de la zona euro mientras se negocia con Washington y afirmó que la primera prioridad del Ejecutivo de la UE es trabajar en las numerosas áreas en las que convergen los intereses europeos y estadounidenses, como las cadenas de suministro críticas y las tecnologías emergentes.
Por otro lado, la Fed ha expresado preocupaciones sobre los efectos inflacionarios de los aranceles, advirtiendo que podrían provocar aumentos en los precios de bienes finales e intermedios. La incertidumbre económica ha llevado a los funcionarios de la Fed a adoptar una postura más cautelosa respecto a futuros recortes en los tipos de interés.