Tal y como se esperaba, la Reserva Federal mantuvo ayer su tipo de interés de referencia entre el 4,25% y el 4,50%, y sus responsables aún prevén dos recortes de 25 pb hasta final del año, en un contexto de desaceleración del crecimiento económico. En este sentido, su diagnóstico es que los riesgos y la incertidumbre han aumentado, haciendo que las perspectivas sean confusas. En la conferencia de prensa posterior, su presidente dijo que el panorama actual de la economía muestra una incertidumbre "inusualmente alta", y señaló que "nuestra postura actual está en una buena posición para hacer frente al riesgo y las incertidumbres", añadiendo que la postura correcta de la Reserva Federal en este momento es "esperar a que haya más claridad".
Las proyecciones de tipos que hace coinciden con las expectativas del mercado y mantiene intacta la perspectiva de que la desaceleración gradual de la inflación permitirá una mayor flexibilización de la política monetaria. Pero el camino no será fácil. Si bien en su comunicado no se menciona la política arancelaria de la nueva administración, ha tenido que ser determinante para que las proyecciones de la Fed apunten ahora a una mayor inflación este año. Espera que termine el año en un 2,7%, frente al 2,5% que anticipaba en diciembre. Sin embargo, parece considerar el impacto de los aranceles como puntual y no como una fuente persistente de inflación. La inflación subyacente después de 2025 no varía con respecto a las proyecciones que hacía en diciembre, y se espera que vuelva al 2% a finales de 2027. En cuanto al crecimiento, prevé un aumento del PIB del 1,7 % en 2025, inferior a sus proyecciones de diciembre del 2,1 %, y de solo el 1,8% tanto en 2026 como en 2027.