El Banco Central Europeo decidió ayer mantener sin cambios los tipos de interés, dejando el de referencia en el 4,50%, el nivel más alto de su historia, reafirmando su compromiso de combatir la inflación. El BCE puso fin en septiembre al ciclo de subidas de tipos más rápido de su historia, pero ayer ha insistido en que sería prematuro hablar del inicio de recortes en los tipos, ya que las presiones sobre los precios aún no se han extinguido del todo y muchas negociaciones salariales todavía no han concluido. En el comunicado el BCE introdujo pequeños matices, repitiendo su antigua orientación de que mantener los tipos de interés en el nivel actual durante el tiempo suficiente hará que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 2%.
La Presidenta reiteró en la rueda de prensa que hablar de recortes de tipos era prematuro, aunque mantiene el mensaje de que podrían reducirse a partir del verano en referencia a los comentarios que hizo la semana pasada en Davos, donde describió ese calendario como «probable». Además, destacó los riesgos para el crecimiento, como son las tensiones geopolíticas y las posibles interrupciones del comercio. También mencionó que la moderación del crecimiento salarial es positiva desde su perspectiva. Las expectativas sobre la economía europea varían, con algunos miembros preocupados por una posible recesión, mientras que el BCE espera que el gasto público y de los hogares impulse la recuperación. La inflación, actualmente en el 2,9%, se espera que no vuelva al objetivo del 2% hasta 2025 según las previsiones del BCE.