Ayer el ministro de Finanzas de Japón confirmó que el Banco de Japón había intervenido en el mercado de divisas para contrarrestar lo que calificó como “movimientos excesivos”. El Gobernador del BoJ señaló que un yen débil puede afectar las importaciones además de tener otros efectos. Por otro lado, en un encuentro organizado por la Universidad de Columbia en Tokio, el vicegobernador del Banco de Japón dijo que el banco central debe estar "muy atento" al impacto que los movimientos del yen podrían tener en la economía, sugiriendo que la debilidad de la moneda será uno de los factores que afectarán el momento de su próxima subida de tipos de interés. Sin embargo, dijo que era inapropiado que los bancos centrales apuntaran directamente a los tipos de cambio al establecer la política monetaria, ya que también era necesario considerar otros factores. Reiteró que las fluctuaciones del tipo de cambio afectan la actividad económica de varias maneras, y a la inflación, más allá del impacto directo sobre los precios de las importaciones. La debilidad del yen se ha convertido en un dolor de cabeza para la administración del primer Ministro que ha visto caer sus índices de aprobación a medida que la caída del yen ha elevado el coste de vida de los hogares al aumentar el precio de las importaciones de alimentos y combustible. El primer Ministro ordenó ayer a su gobierno que elabore un plan económico y fiscal a largo plazo que promoverá la productividad y la inversión para lograr de manera estable un crecimiento anual real de más del 1%.