El Banco Central Europeo subió los tipos de interés por novena vez consecutiva desde julio de 2022, hasta situar el tipo de referencia en el 4,25% y el de depósito en el 3,75% cumpliendo con lo que había anticipado en junio. Ayer, y por primera vez en el último año, el BCE no anticipa ninguna indicación con respecto a la próxima reunión, señalando que la decisión dependerá de los datos económicos.
La presidenta del BCE dijo que la entidad está comprometida en la lucha contra la inflación, pero también señaló que el panorama económico a corto plazo se había deteriorado. Los indicadores de confianza empresarial, de inversores y consumidores y las encuestas sobre préstamos bancarios apuntan a un deterioro continuo.
El sector manufacturero está en una profunda recesión y el sector de servicios está mostrando signos de debilitamiento a pesar de lo que probablemente sea una excelente temporada de verano, por lo que es difícil ver de dónde vendría un repunte. Los mercados que hace unas semanas consideraban probable una subida de tipos en septiembre, han moderado sus expectativas. La presidenta dijo “sabemos que nos estamos acercando", refiriéndose al final de la subida de tipos del BCE, y que en la reunión del 14 de septiembre “decidirán si suben tipos o hacen una pausa”.
Mientras en Estados Unidos, el PIB creció un 2,4% en tasa trimestral anualizada en el segundo trimestre, alejando el temor a una recesión, impulsado por el aumento del gasto, la inversión empresarial y el aumento de inventarios.