El Bundesbank publicaba ayer su informe mensual. En él se señala que es probable que Alemania entre ahora en recesión, ya que la demanda externa es débil, los consumidores siguen siendo cautos y la inversión se ha visto frenada por los elevados costes de los préstamos. "La economía alemana sigue sin recuperarse", apunta el banco central alemán según el cual la producción podría volver a disminuir ligeramente en el primer trimestre de 2024. Sería el segundo descenso consecutivo de la producción, con lo que la economía alemana estaría en recesión técnica.
Estos débiles resultados han suscitado dudas sobre la sostenibilidad del modelo económico alemán y los críticos sostienen que gran parte de su industria pesada, dependiente de la energía, se está quedando fuera de los mercados internacionales, lo que justifica una transformación económica. Sin embargo, el Gobierno ha rechazado las sombrías previsiones, alegando que se trata simplemente de una tormenta perfecta de altos costes energéticos, débil demanda china y rápida inflación que frena temporalmente el crecimiento, pero no cuestiona fundamentalmente la estrategia económica.
También Reino Unido corre el riesgo de empeorar la recesión a menos que el Banco de Inglaterra reduzca pronto los tipos de interés. Es lo que opina su ex economista jefe, después de que las cifras oficiales publicadas el pasado jueves mostraran que la economía británica cayó en recesión a finales del pasado año.