Ayer se celebraron tres reuniones de política monetaria, en Suiza, Noruega y Reino Unido. Sorprendiendo a los mercados, el Banco Nacional Suizo se convirtió esta primavera en el primero entre los principales bancos centrales en recortar los tipos de interés. Pues bien, ayer volvió a reducir su tipo de interés de referencia en 25 pb al 1,25%, citando una caída en la presión inflacionaria subyacente a pesar de un aumento en algunos costes, como alquileres, servicios turísticos y productos petroleros. Por su parte, el Banco Central de Noruega mantuvo su tipo de interés oficial en un máximo de 16 años del 4,50%, tal y como se esperaba, y retrasó su previsión de un recorte de tipos hasta 2025. Su gobernadora declaró que si la economía evoluciona como se prevé actualmente, el tipo oficial seguirá estando en el 4,5% hasta finales de año, antes de reducirse gradualmente.
El mes pasado, el Norges Bank dijo que un recorte de tipos podría retrasarse más allá de su predicción anterior de septiembre, pero se había negado a dar un pronóstico específico en medio de una inflación persistente y una divisa débil. Por último, el Banco de Inglaterra también mantuvo su principal tipo de interés en el 5,25%, su nivel más alto en 16 años, antes de las elecciones del 4 de julio. El Comité de Política Monetaria votó 7 a 2 a favor de mantener los tipos. Su gobernador declaró que era una buena noticia que los últimos datos mostraran que la inflación había vuelto a su objetivo del 2%, pero que era demasiado pronto para recortar los tipos. Los mercados consideran improbable un recorte de tipos antes de septiembre.