El gobernador del Banco de Italia y responsable de política monetaria del BCE ha propuesto recortar los tipos de interés para estimular el crecimiento económico, considerando que la inflación se aproxima al 2% y que los shocks pospandémicos están remitiendo. Siendo uno de los defensores más abiertos de una política monetaria más flexible, afirmó que el BCE necesitaba "centrarse en la lentitud de la economía real" y mover los tipos de interés hacia un "territorio neutral, o incluso expansivo", advirtiendo que una caída excesiva de la inflación sería difícil de revertir.
Desde junio, el BCE ha reducido los tipos de interés en tres ocasiones, situando el tipo de depósito en el 3,25%. Sin embargo, el gobernador del banco central italiano considera que todavía están lejos de alcanzar la neutralidad, que se estima entre el 2% y el 2,5%. Los mercados anticipan nuevos recortes en diciembre y en la primavera. Además, el responsable del BCE propone abandonar el enfoque "reunión a reunión" para volver a una política más tradicional y orientada al futuro.
Esto incluiría proporcionar mayor claridad sobre la evolución de los tipos de interés, facilitando la planificación de empresas y hogares y apoyando así la recuperación económica. Sin embargo, esta visión contrasta con la postura alemana, cuyo representante en el Comité Ejecutivo del BCE sostiene que, en un entorno aún volátil, una orientación más definida tiene un valor limitado. Este debate interno refleja las diferencias dentro del BCE sobre cómo equilibrar la política monetaria en una economía que comienza a estabilizarse tras años de incertidumbre, pero que enfrenta el desafío de un crecimiento estancado y una inflación moderada.