El BCE publicó ayer las actas de la reunión del pasado 26 de octubre en la que, al dejar los tipos de interés sin cambios, puso fin a un ciclo de 10 subidas de tipos consecutivas desde julio de 2022 que llevó el tipo de referencia del 0% al 4,5%. En las actas señala que la inflación de la zona euro está cayendo como se esperaba, o incluso un poco más rápido, pero que el Banco Central Europeo debe mantener sobre la mesa la posibilidad de un aumento de las tasas de interés.
Aún así, las autoridades monetarias del BCE se mostraron cautelosas a la hora de interpretar la mejora de la inflación, argumentando que la rigidez del mercado laboral podría reducir la efectividad del endurecimiento de las políticas y que gran parte del impacto de pasadas alzas de tasas aún no se ha sentido plenamente. El banco ahora prevé que la inflación volverá a su objetivo del 2% en 2025 y en general se asumió que el 'último tramo' para llevar la inflación nuevamente al objetivo era el más difícil”.
La publicación del BCE coincidió los datos adelantados de actividad empresarial PMI de la zona euro en noviembre, y que mostraron una leve mejoría en noviembre tanto en la actividad manufacturera como en la de servicios. El índice compuesto subió a 47,1 desde el mínimo de casi tres años de octubre de 46,5, pero se mantuvo claramente por debajo de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción. Esta debilidad en la actividad de la zona euro sugiere que hay una recesión en el horizonte, siendo un motivo más para que el BCE no endurezca las condiciones monetarias.