Las autoridades del BCE han comenzado a debatir si es necesario reducir los tipos de interés lo suficiente para empezar a estimular la economía. El martes, el gobernador del Banco de Francia declaraba que el BCE podría no alcanzar su objetivo de inflación y correr el riesgo de actuar demasiado tarde para revertir las subidas de tipos, y ayer su presidenta, en un evento en Washington, en respuesta a una pregunta sobre las expectativas del mercado de más recortes, posiblemente mayores, señalaba que el banco central tendrá que ser cauteloso al decidir sobre nuevas reducciones de los tipos de interés y guiarse por los nuevos datos.
Con todo, los rendimientos de los bonos alemanes a dos años volvían ayer a caer, al tiempo que los mercados aumentan sus apuestas a un recorte de tipos en la zona euro de 50 pb en diciembre. Quien no ha esperado a diciembre ha sido el Banco de Canadá que ayer redujo por cuarta vez consecutiva desde junio su tipo de referencia en 50 pb al 3,75%, su primer movimiento mayor al habitual en más de cuatro años, apoyándose en las señales de que el país ha regresado a una era de baja inflación. La inflación en septiembre bajó al 1,6%, por debajo del objetivo del 2%.
A pesar de los tres recortes previos que totalizan 75 pb, la demanda ha sido moderada, las ventas en las empresas son lentas y la confianza del consumidor es tibia, lo que perjudica el crecimiento económico. A este respecto, el gobernador del banco central declaraba que "la decisión sobre los tipos de interés de hoy debería contribuir a un repunte de la demanda", añadiendo que al BoC le gustaría ver un fortalecimiento del crecimiento.