El levantamiento de las restricciones por el COVID en China fue uno de los principales impulsores de un repunte de la actividad económica a principios de este año, pero con el paso de los meses el impulso inicial se está desvaneciendo. La actividad del sector servicios en China se expandió al ritmo más lento en cinco meses en junio, mientras que la actividad manufacturera disminuyó por tercer mes consecutivo en junio. El pasado 20 de junio el Banco Central de China recortó los tipos de referencia para préstamos a 1 y 5 años en 10 pb, siendo el primer ajuste en los últimos 10 meses. China afronta desafíos en muchos frentes, incluida una población que envejece y se reduce, gobiernos locales endeudados, una crisis inmobiliaria y tensiones geopolíticas. La falta de claridad sobre las medidas de estímulo planteadas por China está generando preocupación sobre la situación real de la economía. Esta semana el gobierno destituyó de su cargo a uno de los vicegobernadores del Banco Popular de China. Además, se produjeron cambios en la cúpula del banco central, nombrando para un alto cargo político al actual Secretario del Comité del Partido Comunista Chino y vicegobernador del Banco Popular de China (PBC) desde 2012, siendo ahora el mejor posicionado para ocupar el puesto de gobernador del banco central cuando el actual máximo responsable dimita. El futuro gobernador es un tecnócrata y se ha forjado su reputación como un reacio al riesgo. Se espera que mantenga el ritmo moderado de flexibilización de la política monetaria. Estos cambios son una señal de preocupación por la estabilidad financiera en China.