El debilitado sector inmobiliario comercial de la zona euro podría sufrir problemas durante años, dijo ayer el Banco Central Europeo, lo que representa una amenaza para los bancos e inversores que lo financian. Un informe del BCE que examina las amenazas a la estabilidad financiera subrayó una mayor preocupación por el auge inmobiliario que ahora se está desmoronando en países como Alemania y Suecia. El BCE señala que el sector no es lo suficientemente grande como para crear un riesgo sistémico para los prestamistas, pero podría aumentar las perturbaciones en todo el sistema financiero y afectar enormemente a las empresas financieras, desde fondos de inversión hasta empresas de seguros, conocidas colectivamente como bancos en la sombra.
El BCE emitió su informe coincidiendo con una preocupación creciente sobre el mercado inmobiliario en Alemania. La construcción de uno de los edificios más altos de Alemania, el Elbtower en Hamburgo, se detuvo a principios de noviembre después de que el promotor dejase de pagar al constructor. El sector inmobiliario ha sido durante años uno de los pilares de la economía alemana, representando aproximadamente un 12% del PIB, impulsado por los bajos tipos de interés.
En su informe, el BCE dijo que las hipotecas residenciales representan alrededor del 30% de los préstamos bancarios, mientras que los bienes raíces comerciales (CRE) representan alrededor del 10%. Las transacciones de CRE disminuyeron un 47% en el primer semestre de 2023 con respecto al mismo periodo de 2022, y que está siendo acompañada por una caída de los precios, acentuando el riesgo de fuertes pérdidas a los promotores y tensiones en las entidades financieras.