La inflación alemana aumentó ligeramente más de lo previsto en mayo hasta el 2,8%. No obstante, la opinión generalizada es que este repunte de la inflación no debería alarmar a los responsables del BCE antes de su decisión sobre los tipos de interés la próxima semana. En las últimas semanas, prácticamente ya lo han anunciado a través de múltiples insinuaciones, aunque a pesar de las señales alentadoras sobre la inflación, un reciente repunte en el crecimiento de los salarios ha planteado dudas sobre recortes futuros.
Y mientras en el BCE planea la reducción de tipos, en el Banco de Japón lo que se está considerando es una subida. Ayer, uno de sus miembros declaró que el BoJ podría subir los tipos de interés si las fuertes caídas del yen impulsan la inflación o la percepción pública de los precios futuros se mueve más de lo esperado. Considera que aunque los movimientos de la divisa a corto plazo por sí solos no desencadenarían un cambio de política, el banco central podría subir los tipos de interés si persisten las caídas excesivas del yen y tienen un gran impacto en las expectativas de inflación.
También afirmó que el BoJ debe tener en cuenta no solo los riesgos a la baja para la economía y los precios, sino también los riesgos al alza a la hora de orientar su política. "Debemos evitar por todos los medios subir los tipos de interés prematuramente. Pero si nos centramos demasiado en los riesgos a la baja, podríamos ver cómo la inflación se acelera de tal forma que nos obligue a endurecer la política monetaria más adelante".