Eurostat confirmó ayer los datos preliminares de la inflación de la zona euro en abril que apuntan a un crecimiento cada vez más tenaz de los precios. El crecimiento de los precios se aceleró hasta el 7,0% desde el 6,9% del mes anterior, ya que el aumento de los costes de los servicios y la energía compensaron la ralentización del crecimiento del precio de los alimentos. Aunque la inflación subyacente se ralentizó ligeramente, el componente crucial del sector servicios siguió acelerándose. La inflación en el sector servicios, impulsada principalmente por los costes laborales, se aceleró hasta el 5,2% desde el 5,1%, confirmando los temores de los dirigentes monetarios de que el crecimiento nominal de los salarios pueda llegar a ser peligrosamente rápido. Tanto las expectativas de inflación de los consumidores como las del mercado han aumentado en los últimos meses, a pesar de la caída de los costes energéticos, lo que sugiere que la inflación continúa arraigada, impulsada principalmente por los salarios, los servicios y la demanda interna.
Precisamente ayer, la subdirectora gerente del FMI dijo que ve riesgos considerables de que la inflación se mantenga elevada o se acelere en muchos mercados emergentes e instó a los bancos centrales a mantener políticas monetarias restrictivas. Según su opinión, los bancos centrales deben mantenerse firmes en sus políticas restrictivas y reconocer que un endurecimiento monetario insuficiente ahora puede requerir medidas aún más dolorosas en el futuro. “Esta fue una lección aprendida en el periodo de alta inflación de la década de 1970 y es muy válida hoy en día", afirmó.