La UEFA se cierra pese a las innumerables quejas e insinuaciones de acudir a la Justicia por parte del Atlético de Madrid por el ya famoso lanzamiento de penalti anulado a Julián Álvarez.
El máximo organismo europeo, pese a las peticiones para cambiar un reglamento sobre el doble impacto que parece a muchos injusto, porque no fue intencionado, tiene una clara respuesta: no está en sus manos.
Y la razón es clara: cualquier cambio en el reglamento del fútbol es responsabilidad exclusiva de la IFAB (International Football Association Board), un organismo que opera en estrecha colaboración con la FIFA.
La UEFA no tiene autoridad para alterar las normas de este deporte.
La Junta Directiva de la IFAB está integrada por los secretarios generales de las 4 asociaciones británicas: Patrick Nelson (Irlanda del Norte), Ian Maxwell (Escocia), Mark Bullingham (Inglaterra) y Noel Money (Gales). Esto es así de siempre, porque los ingleses inventaron el fútbol.
Junto a ellos, el secretario general de la FIFA completa este órgano ejecutivo, en representación del resto del mundo, pero en clara minoría.
El grupo, cuando se reúne, evalúa las propuestas de modificación de las Reglas del Juego y decide cuáles se presentarán en la Asamblea General Anual, donde suele estar presente Gianni Infantino, presidente de la FIFA, asesorado por Pierluigi Collina en temas arbitrales.
Cambios en el reglamento
Cualquier ajuste en las normas del fútbol debe seguir un proceso riguroso. Si la IFAB decide estudiar una propuesta presentada por la UEFA, por ejemplo, la implementación de dicho cambio no podría realizarse antes de la temporada 26-27.
Esto se debe a que las modificaciones deben ser analizadas por los grupos de interés correspondientes antes de someterse a votación en la asamblea anual. Este mecanismo garantiza que las decisiones no se tomen de manera apresurada y que se consideren todas las implicaciones.
No existen reglamentos "a la carta" ni normas específicas para cada competición o confederación. Las reglas del fútbol son universales y están establecidas por la IFAB, un organismo independiente pero vinculado a la FIFA. El objetivo es claro: que el fútbol sea el mismo en cualquier parte del planeta.
La UEFA, como mucho, puede solicitar cambios, como ahora se le pide que haga con el caso de la falta de voluntariedad en el doble toque de balón por parte de Julián Álvarez. Doble toque que, salvo los más hinchas del Atleti o antimadridistas, nadie discute.
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