Es ahora mismo la gran comidilla internacional en los Juegos Olímpicos de París: la presencia abrumadora de la boxeadora argelina Imane Khelif.
Khelif está siendo acusada de no ser una mujer que biológicamente naciera con ese género femenino, sino una mujer transexual o simplemente un hombre infiltrado entre mujeres para asegurarse victorias.
El caso ha sido tan polémico que en seguida se pudo comprobar que se trataba de un fuerte bulo malintencionado, ya que hay numerosas pruebas de que la argelina era una niña desde su infancia.
Muchos no saben dónde comenzó este rumor, con tintes de todo tipo: machistas, tránsfobos y también antiislamistas, por ser de orígenes musulmanes.
Lo cierto es que hay documentación sobrante sobre la identidad de Imane Khelif y ha superado todo tipo de controles previos para evitar trampas, como cualquier otro participante en pruebas deportivas de élite, en especial en el boxeo, al ser un asunto clave para los combates.
Khelif, de 25 años, tiene una presencia física abrumadora, mide casi 1,80 y que está harta de sufrir bullying desde la infancia por todo ello. Su padre no le dejaba competir en este deporte y tuvo que hacerse a sí misma, buscando su propio camino y superando adversidades.
Ella está ya en ronda de cuartos de final tras superar de manera arrolladora, en menos de un minuto, a la italiana Angela Carini y se enfrentará este viernes a la húngara Luca Hámori por una plaza en semifinales.
Incluso el magnate Elon Musk, dueño de Tesla y la red social X, se ha pronunciado al respecto, dando por hecho que Khelif es un hombre:
Así se ha comentado su caso en redes sociales:
Y así circulan los bulos en internet:
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