Era el momento estrella del Mundial, el que todos esperan cada 4 años: el capitán de la selección campeona levanta la Copa del Mundo ante todo el planeta. Pero en Qatar, que ha albergado uno de los mundiales más polémicos de la historia, se vistió a Leo Messi con una túnica para ese instante mágico.
La túnica de la discordia se trata de una vestimenta típica de Qatar llamada 'besht' o 'bisht' y tenía los colores negro y dorado, y el campeón argentino vio cómo tanto el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, como el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad, se la colocaban como paso previo a la ceremonia de levantamiento del trofeo.
En realidad era una señal de honor y privilegio para la sociedad qatarí, ya que ese tipo de túnica lo llevan altos cargos del Estado, jefes tribales, emires y personalidades que tienen el honor de representar a la nación. Pero aunque se quiso tener ese gesto hacia el campeón, todo Occidente lo ha visto como una conquista y compra de voluntades más de los qataríes, que se llevaron la organización de un mundial de fútbol bajo sospechas de corrupción.
Además, los argentinos en especial se han sentido heridos en su orgullo porque esa foto que queda para la posteridad ha tapado el escudo y parte de la camiseta del campeón. Sin embargo, hay otros que lo han visto como una oportunidad de intercambiar culturas y abrirse al mundo árabe.
El debate en redes es muy encendido al respecto: