La final de la Eurocopa de fútbol que llevó a Inglaterra a su primer título femenino, contra Alemania, fue dura, disputada y táctica.
Tras el empate 1-1 en los 90 minutos de juego las inglesas ganaron 2-1 en la prórroga con un tanto de Chloe Kelly en el estadio de Wembley, delante de una cifra récord de asistencia: 87.192 espectadores.
Antes, Ella Toone adelantó a las inglesas en la segunda mitad, pero Lina Magull logró forzar la prórroga.
Fue además el apoteosis de una competición que demostró los progresos espectaculares del fútbol femenino en los últimos años.
Inglaterra fue campeona del torneo tras ganar los 6 partidos disputados, algo que ninguna selección había conseguido antes. Alemania había ganado todos los anteriores, cayendo en la final.
La selección inglesa se convierte en la quinta selección en ganar el torneo tras Alemania, Suecia, Noruega y Países Bajos.