Después de los tristemente famosos incidentes en el derbi madrileño por el lanzamiento de objetos de los ultras del Frente Atlético, hemos vivido otro lamentable episodio de violencia en las gradas de los estadios de fútbol.
Este nuevo incidente tuvo lugar en Anoeta, el coliseo de la Real Sociedad, que jugaba un partido de Europa League contra el Anderlecht.
Los hinchas del equipo belga tuvieron una actitud extremista, provocando graves altercados con el lanzamiento de objetos contundentes, se asegura que incluso cristales y restos de sillas.
El partido se tuvo que detener durante unos minutos por culpa de estos ultras del Anderlecht, y se llegó incluso a reubicar a algunos aficionados locales a otras zonas del graderío para evitar daños. Los niños pasaron tanto miedo que se les vio llorar.
Si bien los jugadores del Anderlecht reaccionaron pidiéndoles a sus seguidores más ultras que parasen de lanzar objetos, como pasó con el Atlético en el Metropolitano, se les reprochó lo mismo que a los rojiblancos: y es que al término del encuentro se dirigieron a la grada para aplaudirles y agradecerles su apoyo.
Reproches al final del encuentro
Los belgas terminaron ganando 1-2 y desde la Real Sociedad se denunció lo ocurrido. Incluso los futbolistas locales les reprocharon a sus rivales que tuvieran ese gesto de acercamiento a los hooligans más radicales pese a lo ocurrido con el lanzamiento de objetos.
El delantero Mikel Oyarzabal pidió mano dura a la UEFA para que este tipo de incidentes no tengan cabida en los estadios, sobre todo en las competiciones de élite como la Europa League:
Ya antes de jugarse el partido, los ultras belgas provocaron incidentes en la ciudad de San Sebastián:
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