Que España vibró con el triunfo de la selección nacional de fútbol en la final de la Eurocopa no es una exageración ni una metáfora, sino algo real. Las dos ciudades más grandes del país, Madrid y Barcelona, temblaron literalmente con los goles de Nico Williams y Mikel Oyarzabal ante Inglaterra, según atestiguan los sismógrafos puestos por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC), ambos pertenecientes al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los registros de estos instrumentos, que están hechos para captar terremotos y temblores de menor magnitud, muestran que tanto en la capital como en la ciudad condal hubo vibraciones significativas en dos momentos de la noche del domingo: el primero pasadas las 22 horas, y el segundo sobre las 22:45, justo a la hora en la que se marcaron los dos goles de la selección española. Así, han quedado reflejadas las celebraciones de las miles de personas que estuvieron en la madrileña Plaza de Colón y en la Plaça de Catalunya de Barcelona.
Los datos han sido procesados por el sismólogo de Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC) Jordi Díaz y reflejan también las celebraciones del final, cuando el árbitro puso término al encuentro y España se proclamó campeona de Europa por cuarta vez en su historia.
En Barcelona los temblores fueron registrados por el sismómetro del ICGC situado en Portal del Àngel, muy cerca de la Plaça de Catalunya, donde estaba reunidos miles de aficionados para seguir el partido. En Madrid las mediciones las dio el sismómetro del IGN del Real Observatorio de Madrid, un poco más alejado de la plaza Colón, donde también se reunieron miles de seguidores de la Roja para contemplar en una pantalla gigante el partido disputado en Berlín.
Magnitud 1 en la escala de Richter
No es la primera vez que las celebraciones deportivas quedan captadas por este tipo de instrumentos. En 2017, un sismómetro del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC) recogió señales sísmicas coincidiendo con la reacción de los espectadores ante cada uno de los 6 goles que llevaron a la remontada al Barcelona ante el PSG en el partido de vuelta de octavos de final de la Champions League.
El investigador Jordi Díaz comentó que el júbilo de los aficionados barcelonistas en cada gol logró que vibrara el suelo y el sismógrafo captó los minúsculos seísmos, equivalentes a una magnitud aproximada de 1 (imperceptible para las personas) en la escala de Richter.
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