Si hace un mes le dicen a cualquier madridista o miembro del Real Madrid que iban a estar con la posibilidad de ser líderes e incluso con 2 puntos de ventaja, no lo creerían.
Tras el Clásico del 27 de octubre, con el 0-4 del Barça de Flick en el Bernabéu, todo olía a cambio de ciclo y relevo en el poder, con color azulgrana.
Pero el conjunto culé se ha ido desinflando, perdiendo ante Real Sociedad y Las Palmas y empatando con el Celta de Vigo. 8 puntos que volaron y con ellos los 9 de ventaja que tenían, eso sí, con un partido más que los blancos.
Ahora, la ventaja del Barça es de tan solo un punto en la tabla y la posibilidad de que el Madrid sume 3 puntos en el duelo aplazado contra el Valencia por la DANA, aún sin fecha. Puede que se dispute en enero.
2-0 ante el Getafe
El duelo ante el Getafe no fue brillante para ninguno, pero sí curador de heridas para la afición blanca, tras la dolorosa derrota en Liverpool en Champions el pasado miércoles.
Cuando el panorama se ponía muy gris y con Mbappé desquiciado ante el gol, el encuentro se encaminaba pronto, y en parte gracias al empeño del defensor Nyom, que se obsesionó con cubrir a Rüdiger en los saques de esquina haciendo poco menos que placajes de rugby. Primero se llevó un aviso en forma de amarilla, pero minutos después, al repetir jugada, cometió un tonto penalti contra el central alemán del Madrid y dejaban en bandeja el 1-0 para el Madrid.
Lo curioso es que no lanzó la pena máxima Mbappé, tras fallar la de Liverpool, y fue Jude Bellingham el tirador, abriendo el marcador en el 30'. Muchos se extrañaron y lo consideraron falta de valentía. Tras el encuentro, Ancelotti cubría a su jugador, que pasa un mal momento anímico, y aseguró que entre el francés, el inglés y Vinicius, ahora ausente por lesión, se reparten los lanzamientos a su antojo. Explicación que no le valía a casi nadie porque todos consideraban, afición y prensa, que Mbappé ha venido al Madrid para tomar responsabilidades y no esconderse. Cuando estaba Vini, Mbappé y él elegían. Ahora eligen Mbappé y Bellingham y los dos han elegido a Bellingham como lanzador", explicó Ancelotti.
Pero en el 38' todo se arregló para el delantero galo porque marcó un golazo tras pase de profundidad de Bellingham, que le devolvió el favor, y todos tan contentos. 2-0 al descanso y confianza en la victoria. Sin embargo, el segundo tiempo fue una agonía para Mbappé.
Todo el equipo se puso a su disposición para que terminara su mala racha y acabara con doblete o hat-trick, pero sigue negado de cara a portería, fallando alguna ocasión imperdonable. O no tan imperdonable, porque el Bernabéu, lejos de impacientarse, animó sin parar a su nueva estrella y empatizó con su mala racha. Además, valoró sus esfuerzos, puesto que no dejó de correr e intentarlo durante los 90 minutos.
Oportunidades para unos y bloqueos para otros
El encuentro ante el Getafe también sirvió para que algunos jugadores blancos tengan oportunidades y se consoliden como valores a tener en cuenta para la titularidad. Ojo al segundo buen partido de un renacido Dani Ceballos haciendo de Kroos, ya que aunque fuera ante rivales asequibles, Leganés y Getafe, está gustando y mucho a Ancelotti y a la afición.
Brahim también tuvo su oportunidad arriba, aunque le falta el gol que encontraba fácil la pasada temporada y ahora con Marruecos, su nueva selección. Además, Lucas Vázquez está de vuelta y se consolida como opción de lateral derecho segura, mientras que Raúl Asencio volvió a demostrar que puede ser un central de futuro para el equipo, mostrándole sólo y maduro para haber ascendido de golpe y sin adaptación alguna.
Otro que está reforzándose como titular es Fran Garcia, que hace unos meses se le daba por traspasado antes o después. Pero ahora está gustando más que Ferland Mendy, en horas bajas de rendimiento, y Ancelotti está apostando por su empuje arriba y su mejoría a nivel defensivo. En todo caso, es una tranquilidad para el staff blanco saber que tiene recambio para los relevos de descanso en ese puesto.
Arda Güler tuvo la segunda mitad pero sigue verde. Su flojo partido ante el Liverpool le condena a seguir esperando oportunidades. Oportunidades que sigue sin tener Endrick, cuya juventud es en este caso un obstáculo porque se le ve impaciente por tener minutos y no los logra con el italiano, que parece no confiar mucho en él.
"Necesita trabajar. No quería cambiar en los minutos finales porque Mbappé estaba siendo muy peligroso en transiciones ofensivas", dijo de él Ancelotti, dejando claro que no confía mucho en el chico de 18 años. Mbappé, además, le hace de tapón porque se le quiere dar los mayores minutos posibles para apartar dudas y que no se especule con que está de más o que no marque, y eso impide al brasileño contar con oportunidades.
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