No, todavía no le ha llegado a Carlo Ancelotti la sentencia por su caso judicial de presunto fraude fiscal. Lo que sí le ha llegado es otro tipo de sentencia, más bien deportiva.
Catástofe en Londres con un humillante 3-0 del Arsenal al Real Madrid en la ida de cuartos de final de la Champions League, resultado que salvo enorme milagro, será insalvable.
"Ha sido una derrota dura. No nos esperábamos esto. El equipo ha estado bastante bien y ordenado en la primera parte. Tras los 2 goles a balón parado el equipo ha caído a nivel mental y físico", se justificó el italano tras la derrota.
Y es cierto que la primera parte de los blancos no fue mala. Hubo ocasiones incluso para ponerse por delante del marcador, pero el Arsenal fue superior y en la segunda parte, aunque por medio de 2 goles de falta que parecían imposibles, obtuvo lo que merecía por juego.
Declan Rice, el hombre milagro del Arsenal, no metía faltas ni al arcoiris, y repentinamente metió en un mismo partido, en apenas unos minutos de diferencia, 2 goles increíbles de tiro directo. Cosas que pasan una vez en la vida. Pero pocos madridistas lo toman como excusa para un mal partido de los suyos, con mala actitud y nefasta efectividad arriba.
Mal rendimiento general
Pocos se salvan de la quema ayer en Londres. Curiosamente, el que mejor lo hizo, al menos en la primera parte, Camavinga, fue quien acabó expulsado por doble amarilla y su mala cabeza, al acabar desquiciado y golpear un balón con furia cuando le habían señalado una falta.
Los 3 de arriba estuvieron nefastos: ni Vinicius, ni Mbappé ni Rodrygo tuvieron su noche. Apenas les salió nada y el francés pudo hacer más de cara al gol.
Pero tampoco se salvan ni Bellingham o Modric, que aportaron casi nada al ataque y poca ayuda atrás cuando peor lo pasaban sus compañeros.
Asencio y Rüdiger, como casi siempre, salvaron los muebles y evitaron lo que pudieron, sin contar por supuesto la actuación de nuevo notable de Courtois bajo palos, que despejó una goleada que hubiera pasado a la historia.
Ancelotti se volvió a equivocar con la elección de jugadores atrás. Si bien apostó por Valverde para evitar otro desastre con Lucas Vázquez en defensa en grandes partidos como éste, colocó a David Alaba de lateral izquierdo por su empecinamiento en apostar por las vacas sagradas. El Madrid echó de menos a Fran García, que aunque tiene un nivel limitado, al menos defiende lo que puede por su lugar natural.
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