Ya no es sólo una joven promesa: es una realidad del tenis mundial de élite. Carlos Alcaraz ganó el Open de Madrid tras vencer en la final al vigente campeón, el alemán Alexander Zverev.
Lo hizo en 2 mangas (6-3, 6-1) y en apenas una hora: 61 minutos en concreto. Este lunes será ya número 6 de la ATP y no olvidará una semana en la que se ha impuesto a mitos vivientes como Rafa Nadal y Novak Djokovic.
Con 19 años y 3 días, el murciano se convirtió en el campeón más joven en las veinte ediciones del torneo madrileño. Además, con su victoria Alcaraz atesora ya 2 torneos Masters 1000, ganados ambos en este 2022, tras lograr el de Miami.
Confirma también que domina la tierra batida con 3 títulos: los ATP500 de Río de Janeiro y Barcelona esta temporada. Ya en 2021 se proclamó el mejor jugador menor de 21 años tras vencer a Korda en la final del Next Gen Finals.
Un partido rápido
Ante Zverev, el pupilo de Juan Carlos Ferrero arrancó a un gran nivel y se llevó el primer set en 31 minutos de duración tras romperle el servicio al alemán en el sexto juego y ceder solamente 3 puntos con su saque.
El tenista de El Palmar impuso el rodillo en el segundo set y se puso con ventaja gracias a un break en el tercer juego. Alcaraz mantuvo su amplio repertorio de golpes y consiguió 2 roturas más, acabando con la moral del rival alemán.
Alcaraz es el décimo campeón distinto en las 20 ediciones. Nadal es el que más tiene, 5 (2005, 2010, 14 y 2017), mientras que Roger Federer obtuvo 3 (2006, 2009 y 2012) y Djokovic también 3 (2011, 2016 y 2019). Zverev estaba a punto de igualar esa marca pero se queda en 2 (2018 y 2021). El escocés Andy Murray logró también 2 (2008 y 2015).
Con un título, Alcaraz iguala a Andre Agassi (2002), Ferrero (2003), Marat Safin (2004) y David Nalbandián (2007).
No me interesa nada ningún deporte, no sigo la actualidad, pero es imposible abstraerse a las informaciones de todo tipo que publican los medios de comunicación. En los últimos días he seguido los titulares de las hazañas de este chaval y realmente me ha dejado impresionado. ¡Es todo un fenómeno!