Aunque hoy en día el loco ha perdido todo su significado negativo, la tradición nos va recordando que en otros tiempos el loco era un personaje al margen de la realidad y fuera de las normas sociales. Cual acontece en esta obra a la par lírica y profunda, que, también a la par, divierte y hace reflexionar.
Así ha sido desde El Bosco con su 'La nave de los locos' hasta el 'Elogio de la locura' de Erasmo de Rotterdam. No obstante, lo interesante del loco no es precisamente su exclusión de la sociedad bien pensante, sino que tiene su propia realidad con su propio pensamiento o lógica. El loco vive en un mundo diferente poblado de cuerdos a los que no entiende.
En 'De locas y pájaros' el mundo de la realidad humana se transmuta en el mundo de la falta de cordura, para el no loco, claro, pero enaltece una lógica individual en cada uno de los que han perdido el juicio. En 'De locas y pájaros' aparece Cenicienta, el Romaní, el Coronel y otros interesantes personajes, y ante ellos la doctora, una mujer sin titulación que intenta tratar como merecen cada uno de ellos. Sin olvidar que, por otro lado, la obra es un alegato contra la guerra.
La metáfora de los pájaros
Los pájaros son en un principio la falta de libertad porque son utilizados para traer el mensaje que esperan. Pero seguidamente se convierten en la imagen de la libertad por traer precisamente el mensaje que los libere. Deliciosa metáfora está 'De locas y pájaros', magníficamente dirigida con sensibilidad y talento por el actor y profesor Jesús Rodríguez.
La representaron, con grandes y merecidos aplausos, en los Teatros Luchana dos extraordinarios repartos del grupo Avanzados Sala Mala Saña que, pese a no ser profesionales, se emplean a fondo y cumplen sobradamente con gran fuerza expresiva y comunicativa cada uno de ellos en sus respectivos complejos personajes.