Ayer el Parlamento británico volvió a votar, aunque en este caso la moción propuesta por el Gobierno a los diputados era sobre salir de la UE con o sin acuerdo en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia. El resultado, 321 a favor de salir con acuerdo y 278 en contra. La votación no es vinculante y no impide una salía abrupta de la UE.
Los parlamentarios británicos quieren un acuerdo, pero en dos ocasiones han rechazado el alcanzado entre Reino Unido y la UE. Hoy habrá una tercera votación en la que los parlamentarios tendrán que decidir si respaldan pedir una prórroga del Artículo 50, lo que supone solicitar la UE una extensión del periodo negociador más allá del 29 de marzo. Los plazos se agotan, al igual que la paciencia de algunos miembros de la UE como el primer ministro danés hacía referencia a ello señalando “es muy difícil tender la mano a quien tiene las dos en los bolsillos”.
Un portavoz del presidente del Consejo Europeo, organismo que representa a los gobiernos de la UE dijo que el Reino Unido tendría que proporcionar una “justificación creíble” para cualquier solicitud de retraso. Los líderes europeos tienen previsto un Consejo los días 21 y 22 de marzo en Bruselas con el Brexit como primer punto de la agenda. Hoy en día el aplazamiento parece ser la alternativa más probable, aunque deberá ser aprobado por los líderes de los 27 países restantes de la UE. La incertidumbre sigue sobre la mesa, y los mercados financieros y los líderes políticos mantienen su atención en el Reino Unido.