Los datos de PIB de la zona euro muestran que la economía creció un 0,4% entre enero y marzo, dos décimas más que en el trimestre anterior. En términos interanuales el crecimiento fue del 1,2% mientras que el conjunto de la UE fue del 1,5%. Alemania también creció un 0,4% en el primer trimestre, lo que supone dos décimas más que en el trimestre anterior.
La mejora de Alemania se ha debido al impulso de la demanda doméstica con un significativo incremento de la inversión en construcción y en equipamiento. El consumo privado también ha experimentado un fuerte crecimiento, mientras que el gasto público ha sido más débil que en los tres meses anteriores. En cuanto al sector exterior las autoridades alemanas han apuntado que "las señales han sido mixtas", añadiendo que las exportaciones y las importaciones han aumentado. Entre los países más dinámicos se encuentra España, cuyo PIB creció un 0,7% entre enero y marzo, mejorando en una décima con respecto al trimestre anterior. Francia mantiene por tercer trimestre consecutivo una tasa de crecimiento del 0,3% e Italia ha salido de la recesión al registrar un crecimiento del 0,2%. Los datos muestran que la economía europea está mostrando una mayor resistencia ante un entorno exterior menos favorable.
En lo político, la atención vuelve a centrarse en el Reino Unido después de que el Gobierno anunciase que el acuerdo sobre el Brexit se volverá a votar en el Parlamento la primera semana de junio, aunque los líderes de los dos principales partidos británicos, el Conservador y el Laborista, no lleguen a un acuerdo previo.