Después de que la pasada semana los institutos alemanes IFO y DIW rebajasen de forma significativa sus previsiones de crecimiento para Alemania en 2019, ayer otro instituto publicaba un indicador positivo.
Según la encuesta realizada por ZEW la confianza entre los inversores alemanes mejoró mucho más de lo esperado en marzo. Subió desde los -13,4 en febrero a -3,6 frente al -11,0 que esperaba el mercado. Según el presidente del instituto, el posible retraso en el proceso del Brexit, así como la renovada esperanza de un acuerdo para la salida parecen haber dado lugar a un mayor optimismo. No obstante, la realidad es que el Brexit se está convirtiendo en un callejón sin salida.
El presidente del Parlamento británico ha exigido cambios en el acuerdo antes de someterlo a una tercera votación, al tiempo que el ministro alemán para Europa ha instado a Londres a que haga propuestas concretas, al menos sobre por qué quieren una extensión del proceso, añadiendo que “nuestra paciencia como UE está siendo puesta bastante a prueba en este momento”. En relación al Brexit, según un informe publicado ayer por el Banco de España, el coste para la economía española sería significativo, pero no desmesurado.
Un Brexit sin acuerdo pero de forma ordenada reduciría el nivel del PIB español en 0,5 pp, en cinco años, y algo más de 0,8 pp si lo hace de forma desordenada. Si Reino Unido sale de la UE con un acuerdo, el efecto sería de tan solo 0,02 pp al cabo de cinco años, un efecto muy reducido porque la apreciación de la libra mitigaría, en parte, los efectos de la reducción de la demanda británica, en términos reales.