La actriz francesa Anouk Aimée, ganadora de un Globo de Oro por su papel en 'Un hombre y una mujer' y conocida por por dos obras maestras del calado de 'La dolce vita' y 'Fellini 8 1/2', dirigidas por Federico Fellini, ha muerto a los 92 años en París. Lo ha hecho en su domicilio, según ha anunciado su hija en las redes sociales.
Manuela Papatakis ha publicado en Instagram un mensaje en el que habla del deceso de su madre con "inmensa tristeza" y dice que estaba "a su lado, mientras su vida se apagaba esta mañana, en su casa de París".
La intérprete nació en 1932, en el seno de una familia de actores, bajo el nombre Françoise Dreyfus. De origen judío, durante la Segunda Guerra Mundial se cambió el apellido por Durand para evitar el brazalete con la estrella de David, luego terminaría siendo conocida como Anouk Aimée, otro cambio de nombre para reinventarse a sí misma sin convertirse en otra diferente. Solía asegurar que siempre dejaba un pedazo de su ser en sus papeles.
Un rodaje inacabado y un nombre eterno
Su primer trabajo en el cine, con solo 13 años, fue 'Una casa en el mar' y su personaje se llamaba Anouk. Era 1946 y la película no se llegó a finalizar. Se paró a mitad del rodaje por falta de presupuesto. Quedan las fotos del rodaje de una adolescente adorable que se quedaría con el nombre para siempre y le añadiría el Aimée, "porque todo el mundo la amaba", según el director de la película.
Conocida por sus papeles en 'La dolce vita' de Fellini y 'Un hombre y una mujer' de Claude Lelouch. Comenzó muy joven una carrera que se vio propulsada por su papel de Maddalena en 'La Dolce vita' en 1960, aunque su consagración llegaría 6 años más tarde cuando le dio la réplica a Jean-Louis Trintignant en 'Un hombre y una mujer', la película ganó dos Oscar y Aimée estuvo nominada y se llevó un Globo de Oro.
Una secuela atrevida
Actriz con una larga carrera, 70 años de actividad, hizo 92 películas y series de televisión. De la mano de Lelouch, se atrevió a rodar la secuela de la cinta mítica que la encumbró y en 2019 se puso delante de las cámaras de nuevo con Jean-Louis Trintignant como coprotagonista.
'Los años más bellos de una vida' es la continuación del drama romántico de los 60 y su director se decidió a hacerla para "demostrar que el amor no es algo reservado a la juventud y puedes hacer el amor de mil y una maneras".
Otro de los papeles más importantes de su filmografía fue 'Lola' (1961) de Jacques Demy. La actriz encarnaba a una bailarina de cabaret, que espera a que el padre de su hijo regrese rico de hacer las Américas. La ausencia dura 7 años y en ese tiempo Lola es cortejada por un amigo de la infancia y un marinero americano.
Carrera internacional
Además de 'La dolce vita, con Fellini también rodó la mítica 'Ocho y medio', en la que interpretaba a la ficcionada esposa engañada del propio director, interpretado por su compañero en 'La Dolce Vita', Marcello Mastroianni. En 1980, obtuvo el premio a la mejor actriz en Cannes por 'Salto en el vacío', de Marco Bellocchio. Su papel era Marta, una mujer que sufría depresión y vértigos.
Su carrera también pasó por Estados Unidos, participó en 'Sodoma y Gomorra' de Aldrich y Leone o 'La cita' de Sidney Lumet.
Icono de moda, fue la encarnación del arquetipo de la francesa elegante y sofisticada y se casó 4 veces. Edouard Zimmermann fue su primer marido, un matrimonio que no duró ni dos años. Su segundo marido fue el cineasta Nikos Papatakis, que fue el padre de su única hija, con el que estuvo 4 años. 3 años duró su enlace con Pierre Barouh y su matrimonio más largo fue el último con el actor británico Albert Finney, 8 años.