El mítico guardameta español Iker Casillas dejó entrever una más que posible retirada a sus 37 años, casi 38 ya que los cumple a finales de este mes.
El del Oporto, a su salida del centro hospitalario donde ha estado ingresado desde el pasado miércoles día 1, cuando sufrió el infarto, quiso "agradecer las muestras de cariño", y después explicó sobre su futuro: "Será un reposo de un par de semanas o meses, la verdad es que me da igual. Lo importante es estar aquí. Había que dejar que el cuerpo corazón y cabeza se asentase. Estamos bien, emocionado pero bien".
"Lo puedo contar, lo podéis ver. No sé lo que será del futuro. Lo importante era estar aquí y poder transmitir cómo me encuentro. Muchas gracias y nos veremos pronto", contó a la prensa.
Casillas, muy emocionado, dio a entender que ahora su prioridad es la recuperación y no tener problemas de salud en el futuro, no poniendo en riesgo su vida. El momento profesional que atraviesa, donde ha cumplido un ciclo con el Oporto, suena a posible despedida, aconsejado por su entorno.