La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, amenazó ayer con suspender e, incluso, exigir la devolución de algunas de las ayudas que el Gobierno concede a las centrales de carbón y sin las cuáles estaría probablemente condenada al cierre.
Vestager cuestiona, en concreto, los llamados "incentivos medioambientales" que reciben las centrales de carbón a cambio de reducir sus emisiones de óxido de azufre. Unas ayudas que han superado los 440 millones de euros y que, según la conclusión preliminar de Bruselas, ni tienen finalidad medioambiental ni son compatibles con la legislación comunitaria.
La Comisión abrió ayer un periodo de alegaciones para que el Gobierno y otras terceras partes se pronuncien sobre el régimen de subsidios supuestamente ilegal. Bruselas señala, por otra parte, que las centrales ya estaban obligadas a reducir sus emisiones para cumplir con los límites establecidos.
Los diarios recuerdan que España introdujo el régimen de ayudas en 2007, con el fin de subvencionar a las centrales de carbón que instalasen filtros para reducir sus emisiones de óxido de azufre por debajo de los límites fijados por la normativa europea a partir de 2020. "Si contaminas, pagas", recalcó.